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Ir al contenido Corría el año 1919 y la familia Bonfiglio-Crovara desembarcó en Uruguay desde Italia. Escapando de la pobreza que atravesaba su tierra natal provocada por la primera guerra mundial y buscando establecerse en América se dedicaron a lo que mejor saben hacer: cocinar pasta. Luego de años de andar, en 1938 Roberto Speranza fundó la fábrica de pastas La Spezia, que toma nombre de la provincia de donde llegaron sus familiares.
La calidad de sus pastas no tardó en conseguir el éxito en Uruguay y se instaló como un clásico dentro de las familias uruguayas. La empresa gozó de un vasto período de auge, llegando a contar con ventana de locales en todo el país. En su sede del barrio Pocitos, funcionó durante varios años un salón de eventos donde se llevaron a cabo numerosos eventos culturales. Fue en 1997 que El Espacio Cultural recibió el Premio Morosoli por su permanente apoyo a la cultura uruguaya.
Fueron tres generaciones que trabajaron descubriendo y creando nuevas formas y recetas manteniendo la tradición y la excepcional calidad que tanto los caracterizaba.
Luego de unos años de receso, en 2018 la familia Vitabar tuvo la valiosa oportunidad de adquirir la marca y poder así continuar el legado de tantos años construidos. Contamos con los maestros pasteros de siempre que han sabido continuar la calidad y tradición de las recetas. Lo nuestro es vocacional, cuatro generaciones de artesanos avalan una historia de empeñosa dedicación a la transformación de los elementos naturales con los que trabajamos, es así cómo hacemos realidad nuestros productos. El arte de la pasta mueve nuestras fibras más íntimas, mientras trabajamos descubriendo nuestra vocación de crear nuevas formas acompasando a los tiempos modernos.
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